Según un artículo publicado el lunes 30 de diciembre en el matutino argentino Clarín, el rol de la Reina Isabel II habría sido clave para que no se reduzcan las visas para polistas y petiseros no europeos que deben trabajar en el Reino Unido durante la temporada de polo inglesa.
A continuación, el mencionado artículo:
Preocupada por su deporte favorito, la Reina Isabel evitó que se redujeran las visas para polistas y petiseros argentinos
A los 93 años, cabalga todas las mañanas y quiere seguir viendo el mejor polo del mundo en Windsor.
Con enorme disimulo y en un lobby muy discreto, los ministros percibieron que la soberana estaba “muy preocupada” sobre las restricciones que ellos pensaban aplicar sobre estos trabajos durante la temporada británica de polo.A los 93 años , la reina Isabel II cabalga todos los días a la mañana temprano, aun bajo la lluvia, en su parque de Windsor. Sus studs y sus pura sangre son de los más reputados del mundo, al igual que su pasión por los caballos y las carreras, una herencia de su madre.
A los 93 años , la reina Isabel II cabalga todos los días a la mañana temprano, aun bajo la lluvia, en su parque de Windsor. Sus studs y sus pura sangre son de los más reputados del mundo, al igual que su pasión por los caballos y las carreras, una herencia de su madre.
Amber Rudd, la entonces ministra del Interior de Theresa May, quería revisar el esquema de visas para el polo, que permite a los mejores jugadores del mundo y a sus petiseros trabajar en Gran Bretaña durante la temporada que va de mayo a septiembre.
Allí se instalan los polistas, sus familias, las maestras de sus chicos y los petiseros durante ese período junto a sus “patrones”, los millonarios dueños de los equipos.
Los petiseros argentinos son muy considerados por todos los polistas del mundo. Pero también por los Royals y los príncipes árabes y asiáticos que juegan al polo en Windsor. La reina, que aprecia su metier y lo conoce, considera que son altamente competitivos en su oficio y muy difíciles de igualar en lo que hacen.
La reina Isabel concurre regularmente a los partidos de polo en el parque de Windsor y sus nietos William y Harry juegan también. El príncipe Carlos abandonó el deporte por dolores hace algunos años. Los polistas argentinos son parte de los equipos con los miembros de la familia real y algunos hasta son sus amigos cercanos.
La idea del gobierno conservador británico fue que sólo autorizarían visas restringidas a los mejores profesionales polistas no europeos. Finalmente, el ministerio del Interior autorizó 500 visas cada año desde 2017, que benefician a argentinos primariamente y luego a australianos.
La decisión se produjo después de que la reina se mostrara “muy animada” por el plan, según notó el Gobierno. Tan animada que discutió el caso, en una audiencia privada, con la ministra Rudd en el palacio de Sandringham, en Norfolk, a su pedido. Una verdadera excepción, porque la reina permanece completamente neutral en cuestiones políticas.
En un capítulo de la última temporada de la serie “The Crown”, que recrea la vida de la realeza británica, se muestra a la reina, en su mediana edad, viajando a Estados Unidos para aprender el manejo de los caballos, debido a su afición por estos animales.
La idea de Rudd era continuar con el proyecto de “generar un ambiente hostil” a los futuros inmigrantes, como había sido la política de la primera ministra May frente a los refugiados y a los migrantes en general. Creía que el esquema de las visas de polo había sido abusado y que 800 personas que habían entrado al país bajo ese esquema trabajaban en el campo británico.
Una resolución para extender esta excepción otro año será dado a conocer en los próximos días por la nueva ministra del interior, Priti Patel. El Palacio de Buckingham no comentó la información.
Fuente: Diario Clarín (Argentina)